¿Te imaginas enviando a tus hijos a la escuela envases de vidrio en el bolso en lugar de envases plásticos? Seguro te preocupa tan solo pensarlo. Y es que cuando estas situaciones se nos vienen a la mente, concluimos que un mundo sin plástico puede ser un peligro. Y luego de eso podríamos seguir creando situaciones como, por ejemplo, ¿qué material usarían los bomberos en sus cabezas?
El plástico contribuye a crear soluciones necesarias para la vida. Si un bombero usara un material más pesado en su cabeza, tendríamos problemas a la hora de hacer un rescate de un incendio. La verdad es que, aunque hay personas que sienten resistencia por el plástico, este mismo nos soluciona la vida.
¿Cómo sería un mundo sin plástico?
El plástico comenzó a revolucionar nuestras vidas desde los años 50’s. Fue a partir de esa década cuando se comenzó la producción masiva de plástico. Algo curioso que muchos no saben, es que producir bolsas de papel es 2 veces más costoso para el medio ambiente que bolsas de plástico. Desde esos años el plástico comenzó a ser parte esencial de nuestras vidas.
Todos los años la profesora Minoo Moallen, de la universidad de Berkley, les propone a sus alumnos el reto de vivir 24 horas sin plástico. Esto conduce a los alumnos a vivir una vida en la abstinencia total de cosas como la tecnología hasta los productos de aseo personal. La verdad es que el plástico es parte esencial de nuestras vidas y nos ayudó a resolver cientos de problemas.
El problema más inmediato que nos ayudó a resolver los fabricantes de plástico fue el de la conservación de alimentos. Los envases plásticos donde vienen alimentos como el yogurt, por ejemplo, contribuyeron a una revolución en la alimentación. La industria y la familia se vieron convencidas de los beneficios del plástico.
Muchos servicios sanitarios se vieron mejorados gracias a la producción de plástico. El sustituto más inmediato del plástico para algunas aplicaciones suele ser el vidrio y a veces el papel. Estos dos compiten en extremos: uno muy delicado otro muy pesado.
Como comentábamos arriba, la vida sin plástico puede resultar ser más costosa y a veces más riesgosa para la salud. El plástico es parte del avance tecnológico que vivimos. Sin embargo, lo que lo hace ser resistido no es el mismo, sino nuestra incapacidad de usar las herramientas de reciclaje que tenemos a la mano. Muchas de las industrias que hacen posible nuestra salud y desarrollo, se sustentan en la producción de plástico.
El plástico no es tu enemigo
Cada vez estamos más obsesionados con eliminar o reducir el plástico. La verdad es que ya se ha intentado sustituir el plástico con resultados catastróficos. Una importante solución para reducir los plásticos es: reciclar. El ser humano, bajo la inconsciencia puede crear problemas enormes a partir de soluciones simples.
Hace años que se ha dicho que la luz solar ocasiona el 90% de los casos de cáncer de piel, pero solo el 15% de la población usa protector solar. El problema del plástico no es el material en sí, sino lo que hacemos con él. La acumulación de residuos es simplemente el resultado del desecho desmedido e inconsciente, algo que suele pasar muy a menudo en esta generación.
El plástico es duradero, maleable, barato, reciclable, higiénico y seguro para ser utilizado por todos los miembros de una familia. Un mundo sin plástico sería un mundo con computadoras más pesadas para llevar en nuestros bolsos de espalda. ¿Con qué material sustituirías, por ejemplo, los tapones que cubren las agujas de las inyecciones? Sería un peligro cubrirlas con vidrio o papel.
Y cuando ponemos estas cosas en perspectivas es que entendemos la función del plástico en nuestras vidas. La importancia de su utilidad y lo necesario que es utilizarlo correctamente. Actualmente, el mundo está revolucionando su forma de usar el plástico. En varias ciudades de Europa, EEUU, así como la industria plástica en Quito, están poniendo manos a la obra para crear productos más sustentables y reciclables.
El plástico se produce porque es seguro para la vida. En este artículo te planteamos situaciones desde la simple cotidianeidad de un niño, hasta la industria de la salud. En ambas, el plástico es el cinturón de seguridad de situaciones que se pueden convertir en un riesgo para la vida.
Es responsabilidad de todos hacer uso correcto del plástico y no difundir informaciones falsas. Recordemos que todo puede ser malo si es tratado en exceso y que el cambio empieza por el individuo. En otro artículo te contamos algunas ideas de cómo reusar el plástico sin morir en el intento.