Estamos en una situación extraordinaria, que requiere que seamos inteligentes, responsables y cuidadosos con lo que hacemos, atentos para mantener un nivel superior de higiene, que nos permita avanzar en los días de aislamiento preventivo de manera positiva. El nuevo tipo de coronavirus, denominado COVID-19, ha generado un inmenso flujo de información, desde lo que implica contraerlo y sus síntomas, pasando por las precauciones, e incluso, se ha investigado en qué tipo de superficies se mantiene el virus por más tiempo.
Si bien el virus permanece menos días en objetos de madera o de tela, y más en lo que sea de vidrio o plástico, sigue siendo mucho más viable este último en relación a la facilidad para sanearlo o desecharlo. Se hace preferible usar plástico durante la cuarentena para no estropear los objetos de cerámica o vidrio de la alacena.
¿Plásticos resistentes o blandos?
Entre los utensilios de la cocina, se encuentran un número importante de artículos de plástico, que constituyen una parte importante de la cotidianidad. En algunos lugares del mundo, como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, se ha visto que las personas se han abastecido de estos implementos para disponer de ellos un límite de veces, para luego descartarlos.
Es una buena manera de conservar los espacios del comedor, libres de la presencia de partículas del virus, de modo que haya menos trastos que lavar, así ahorrando cantidades importantes de agua, lo que también es imperativo, dada la situación. Así pues, los plásticos blandos, que los integran los platos, vasos y cubiertos desechables y las bolsas de reciclaje, son preferidos de manera estratégica, mientras que los plásticos resistentes, que los conforman los cepillos y escobas, esponjas, contenedores de basura, recipientes para almacenar alimentos, botellas equipadas con rociadores, constituyen el accionar consistente del saneamiento del hogar, que se recomienda realizar periódica y reiterativamente.
¿Qué hay de los más chicos?
La estadía ininterrumpida en casa puede ser desafiante para nuestros hijos, mucho más si sus edades rondan entre los 4 a 8 años, debido a la cantidad de energía de la que disponen. Y si en nuestro hogar hay más de uno, muy probablemente puedan aprovechar los juguetes hechos de plástico de maneras muy versátiles; jugar entre hermanos fomenta la unión, la interacción, la convivencia y la colaboración, fortalece el respeto entre ellos e impulsa su imaginación y creatividad.
Es por eso que se hace una obligación que puedan disponer de figuras de acción, carritos, baldes y palas, con los que pueden jugar dentro o en el patio, compartiendo entre ellos. Dentro de esta categoría, por supuesto que también están incluidos los bloques LEGO, que son un excelente medio para el desenvolvimiento del pensamiento abstracto de tus nenes.
¿Eso es de plástico?
Muchas de las cosas que nos rodean en casa están hechas del material titular y lo desconocemos. No quiere decir que estén quedando desaprovechadas, pero sin lugar a dudas, simbolizan lo elemental que es el plástico en nuestras vidas. Que llega a ser ese el hecho porque es fabricado para facilitárnosla.
Para esos días calurosos, se hace inevitable recurrir a nuestras indumentarias más frescas. En tiempos recientes, el uso de la tela lana merino para camisetas deportivas se ha vuelto muy recurrente. Es un tipo de fibra sintética cuya composición plástica resulta increíblemente saludable, en relación al medioambiente. Quizá conseguir algunas de estas camisas en tu próxima vuelta por provisiones pueda resultar provechoso. Conseguimos la relación entre el plástico como algo sublime. Hoy día, se usa incluso para la computación, siendo que algunos componentes electrónicos de la estructura interna de los ordenadores de escritorio son hechos del material, así como también lo son los cuerpos de las laptops de bajo presupuesto. Es así como el plástico nos conecta