Conoce cómo es el proceso de extrusión soplado de plástico

En la industria plástica escuchamos términos como extrusión y soplado para la fabricación de piezas. Sin embargo, ambas modalidades pueden combinarse para la creación de distintos tipos de productos de calidad. Por eso, te indicamos cómo es el proceso de extrusión soplado de plástico, sus beneficios y aplicaciones en fabricación.

Extrusión soplado o EBM (por sus siglas en inglés) es una variante del proceso de extrusión y es el procedimiento más simple de moldeo por soplado. Permite la fabricación de una amplia variedad de envases, con diferentes formas, tamaños y diseños. El volumen de producción mediante este proceso puede variar, llegando a cientos o incluso miles de envases por hora.

El proceso de extrusión soplado consiste en colocar pellets plásticos en un tornillo caliente hasta que se funda y después dejarlo caer desde una extrusora hacia un molde enfriado por agua. Una vez que dichos moldes están cerrados, se inyecta aire a través de la parte superior o del cuello de la pieza a ser moldeada. Una vez que el material plástico caliente es soplado y entra en contacto con las paredes del molde, el material se enfría y logra que la pieza mantenga una forma rígida.

Este método de trabajo se puede aplicar para procesar distintos polímeros plásticos, incluyendo HDPE, PP, PC, y PETG. Así se pueden fabricar garrafones o envases farmacéuticos, por ejemplo.

Beneficios del proceso de extrusión soplado de plástico

El proceso de soplado por extrusión permite que los productos finales tengan características destacables, que son un beneficio para los productores. Te contamos algunas:

1. Versatilidad de diseños: Al crear envases con esta metodología, se pueden crear empaques complejos con múltiples formas y diseños. Dependerá de la forma del molde para conseguir un resultado final atractivo. Así, el empaque final será atractivo para el consumidor final. Este método es principalmente usado para crear botellas o frascos, por lo que las industrias farmacéuticas y alimenticias son las que más se benefician de usar envases creados así.
2. Ajustes posteriores: El producto plástico al salir de extrusora aún se mantiene caliente, por lo que es posible realizar modificar los parámetros de soplado, ciclo y presión para que tenga un acople perfecto con la tapa.
3. Bajo costo de producción: En el proceso de manufactura, los sobrantes pueden ser reintegrados al proceso. Así se reducen los costos en cuanto a materia prima, optimizando la adquisición de material en cantidades exactas.
4. Flexibilidad: Al crear envases con este tipo de proceso es posible tener una amplia variedad de dolores. Con esto se puede tener diferentes tipos de acabado y presentación.

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