Pasos para llevar a una empresa a la economía circular
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- 08-09-2021
De seguro has escuchado el término economía circular, que cada vez es más frecuente en la responsabilidad corporativa de las empresas, en el sendero hacia una productividad amigable para con el planeta.
En primer lugar, la economía circular se puede entender como un modelo de producción y consumo más sostenible. Se busca reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales o productos todas las veces que sea posible. De esta forma, el ciclo de vida de los implementos se extiende y se evita una mayor contaminación ambiental, con una menor generación de desechos.
Esto ha llevado a que las empresas, que quieren aplicar esta nueva perspectiva en sus actividades, pretendan repensar su diseño, ajustar su proceso productivo y comunicar los esfuerzos hechos para alcanzar la sostenibilidad ecológica.
Las empresas de la industria plástica replantean sus objetivos pensando en cero residuos, cero contaminaciones, mantener los materiales en uso y regenerar los sistemas naturales.
Por esto, es importante entender a la economía circular como el sendero a transitar, antes de verla como la meta a la cual hay que cruzar.
El camino a seguir debe estar estructurado sobre 3 pilares:
Repensar el diseño
Como en todo proceso de planificación, conocer el estatus previo es primordial. Antes de reestablecer el modo operativo, es necesario conocer el estado actual de la producción, los materiales que se están usando, hasta llegar al producto final.
La calidad del material plástico se volverá clave. Mientras menos componentes que puedan contaminar la originalidad de la materia, menor posibilidad tendrá a que se contamine y no sea posible su reutilización.
Adicionalmente, el diseño de los productos ya debe incluir un uso posterior al consumo. Para justamente promover el reciclaje. Las empresas plásticas y los consumidores tendrán que buscar que los materiales entren en el proceso de producción nuevamente, tras el primer uso.
Este rediseño también tiene que ser comunicado, punto en el que se ampliará más adelante. Se fundamenta en que esta postura pro ambiental va a generar empatía del cliente final, por lo que se debe buscar conectar los patrones de consumo sustentables con este nuevo formato de producción sostenible.
Ajustar el proceso productivo
Una vez establecido el rediseño, es necesario considerar como introducir a la cadena productiva nuevamente el material reciclado o pensado para tener un segundo uso.
En primer lugar, lo que se debe controlar en la industria plástica es la calidad de la materia prima. Se pueden conseguir en la primera obtención de materiales las certificaciones que garanticen la procedencia, pero cuando se trabaja con materiales recuperado, es importante pasar por un proceso interno de clasificación, ya que no todo producto recuperado es apto para ser reutilizado.
Establecer protocolos, científicamente probados, para poder usar nuevamente los materiales reciclados permitirá que el proceso de producción no se contamine. Se busca que producto final, elaborado por materias recuperadas, no genere inconvenientes al consumidor final. Hoy más que nunca, la tecnología se vuelve una aliada estratégica, ya que hay muchas maquinarias que permitirán mantener el material lo más limpio posible.
Es una inversión que, a largo plazo, traerá beneficios, no solo económicos, sino de responsabilidad empresarial.
La principal preparación para la nueva era de economía circular es disponer de tiempo y recursos productivos para ensayar.
Comunicar
Como se mencionó anteriormente, comunicar será vital. Con un mundo que cada vez busca mejorar sus prácticas ambientales, socios comerciales y clientes finales se sentirán más conformes de trabajar y adquirir los servicios y productos de una empresa que ha tomado el camino de la economía circular.
Hablando estratégicamente del mercado y las competencias, se posicionará mucho mejor una empresa, con relación a otra, que haya rediseñado y ajustado su producción para obtener resultados sostenibles y sustentables.
Adicionalmente, el consumidor del producto se siente cada vez más cercano a las marcas que tienen como objetivo una producción más consciente con el planeta. Generando así sentido de pertenencia y compromiso con la marca.
Esta comunicación debe buscar llegar a la mayor cantidad de públicos objetivos posibles. No solamente a los consumidores; debe considerar a toda la cadena, incluyendo a los legisladores, asociaciones gremiales y academia.