¿Por qué es imposible eliminar el plástico de nuestras vidas?
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- 23-11-2021
Existen iniciativas para eliminar el plástico en el mundo, conforme se las plantean o se las intentan ejecutar, es cada vez más notorio la complejidad. Hasta el momento no se hay el sustituto para muchos usos del plástico. Esto lleva a los científicos a considerar “y si en lugar de eliminar los plásticos, ¿les damos un mejor uso?”.
Porque si bien el ámbito de consumo masivo es el más notorio cuando hablamos de plástico, hay muchas más dependencias que requieren de este material para funcionar. Por ejemplo, las ciencias de la salud dependen mucho de los envases plásticos para el almacenamiento de medicinas o materiales que requieren un cuidado especial.
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La meta está trazada para tener una menor contaminación mundial en un tiempo determinado. La verdad es que para alcanzarla es necesario tener un giro a la economía circular, para potenciarla y sostenerla.
¿Qué dice la ciencia sobre eliminarlo?
Un estudio de Raoul Meys indica que la tecnología actual, combinada con el reciclaje, la utilización de biomasa y la captura de carbono, podría conseguir procesos con cero emisiones. Esto sería posible con una menor demanda de energía y unos costes operativos más bajos que las actuales tecnologías de producción.
El problema es que, actualmente, el 6% de la producción de petróleo en el mundo termina en productos plásticos. Se estima que dentro de 30 años será del 20%, si los procesos industriales se mantienen.
En cifras, según los autores de este estudio, se estima que sería un ahorro de 288 000 millones de dólares para 2050. Esa es la buena noticia, la condición fundamental para que todo esto funcione e incentive al mundo a hacerlo.
Por eso el camino se plantea mediante una sostenibilidad, en la que los recursos y materias primas para la industria también contemplan al plástico como elemento fundamental. Con su reciclaje y reutilización se puede obtener muchas variaciones para sostener la producción, pero a su vez para aportar en el objetivo de un mundo más limpio.
En definitiva, el plástico es un elemento que no debe ser eliminado. Sí debe ser repensado en la forma de ser usado y que no se convierta en un desecho, sino en una posibilidad de obtención de recursos sostenibles. No es el enemigo, sino en un aliado para seguir sosteniendo las necesidades mundiales, pero también para favorecer al cuidado del medio ambiente.