El plástico como línea de contención principal en la pandemia
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- 05-06-2020
De momento, no imaginamos su importancia o severidad, pero sin lugar a dudas, el plástico ocupa un lugar protagónico en la que ahora es nuestra nueva realidad. El material sirve de base para la mayoría de los implementos médicos desechables que se utilizan en las instituciones médicas y hospitalarias, y por supuesto que también fuera de ellas, bajo el contexto de la prevención de la propagación del coronavirus. También hay que tener en cuenta que la demanda cambia con el lugar, pues el efecto del COVID-19 se ha sentido más en algunos países que en otros.
En Estados Unidos, que es ahora el foco de la pandemia, se ha hecho énfasis en la producción de materiales de plástico desechables para suplir a todo tipo de negocios, sobre todo los restaurantes de comida rápida. La premisa de ello es que los sintéticos de este tipo evitan que las partículas del coronavirus v se adhieran y sobrevivan mucho tiempo, y plantean una vía segura para entregar alimentos a oficiales de primera línea.
Instrumentos de alta necesidad
Una de las problemáticas que impactó con mayor fuerza el país norteamericano, con la llegada del coronavirus a este hemisferio, fue la de su escasa reserva de maquinas respiradoras, lo que ocasionó que, en las primeras semanas de incidencia, el contagio creciera de forma exponencial, con una curva que se iba picando rápidamente.
Las máquinas de asistencia respiratoria están construidas principalmente de plástico: El chasis y la mayoría de sus componentes internos son del material, y poder fabricarlas ha sido inmensamente importante para EE.UU, y se ha puesto más presión sobre las empresas manufactureras, como 3M, para volcar sus actividades hacia la producción de este implemento.
Mascarillas, gafas protectoras, jeringas, monos quirúrgicos, vías intravenosas, bolsas de sangre, contenedores de material médico desechado… Todos estos están hechos de algún tipo de plástico, bien puede ser policarbonato o polivinilo. Todos, muy determinantes en el proceso de atención de pacientes activos del virus.
Soluciones de plástico innovadoras
Además del incremento en la demanda de productos de necesidad inmediata, como los que ya mencionamos, aparecieron oportunidades para la puesta en marcha de proyectos que aprovechan las tecnologías de mayor vanguardia y que tienen al plástico como elemento fundamental de emprendimiento.
En Italia, el start-up Issinova ha patentado un proceso de manufactura de válvulas de repuesto para máquinas ventiladoras, con base en la extrusión de filamentos de plástico, que ha resultado en la recuperación de un gran volumen de estos aparatos en este país, debido a la increíble diferencia de costos de producción entre lo que ellos han podido generar, y los que fueran diseñados originalmente para las ventiladoras: 11.000 dólares contra sólo 1 USD. En su mayoría, estos repuestos accesibles fueron obtenidos y utilizados por la municipalidad de Brescia, que está al norte de la nación romana; pues allí se hallaron recluidos una cantidad considerable de pacientes activos con condiciones severas.
En el sur de los Estados Unidos, una pyme conocida como Techmer, desarrolló un tipo de aleación sintética para crear un material en base a cobre oxidado, polipropileno, poliéster, nylon, y resinas variadas, que es capaz de erradicar las bacterias y partículas virales, al contacto. Esta impresionante mezcla antibacteriana es aplicada en la construcción de sillas y mesones para hospitales por parte de EOS Surfaces, una empresa del estado de Virginia.
Cupron, que trabaja en conjunto con Techmer para producir el material en bruto, además asegura, que puede ser usado como aditivo en la manufactura de telas para ropa quirúrgica, y de mascarillas tapabocas, de ese modo, reforzando esa primera línea defensiva que los trabajadores de la salud tienen contra el efecto del virus.
De cierto modo, la práctica que llevan a cabo estas tres empresas, no le es ajena a quién siempre ha conocido la industria desde tiempo atrás. En el pasado, otros emprendimientos han intentado integrar aditivos a la producción del plástico, para así lograr en la tasa de contagio.